lunes, 3 de mayo de 2010

La Tercera Vía


El texto de Anthony Giddens publicado en 1998, fue el que dio pie a un debate que hasta entonces quedaba encerrado al ámbito de discusión de la socialdemocracia. Allí se descubre cómo uno de los más importantes teóricos de las nuevas generaciones políticas de la socialdemocracia, además de prestigioso académico, reflexiona los cambios ocurridos en el orden mundial.

“La vida política no es nada sin ideales”,

Cuando se presentan los sistemas políticos y económicos como dos bloques batallantes, se deja de fuera el espacio para un tercer jugador. El determinar que si desaparece la democracia, destruida por sus propios creadores, surgiría de inmediato el socialismo (Marx), simula que no hay cabida para una tercera opción. Las tres primeras décadas del siglo XX surge una ideología alternativa. En la cual filósofos, sociólogos, políticos y economistas empiezan a discutir la posibilidad de su existencia.

Ludwig von Mises, afirma: "Simplemente no hay otra opción que esta: ya sea se abstiene de interferir en el libre juego del mercado, o se delega el manejo completo de la producción y distribución al gobierno. Ya sea capitalismo o socialismo: no hay un camino intermedio”
En tanto tal se delega mucho el hecho de que exista una nueva propuesta, Lenin reclama esta postura por ser una invención burguesa con respecto al socialismo. Pero es la Tercera Vía un interesante sistema que permite un diferente desarrollo político y económico. Es erróneo afirmar que en existen determinadas maneras de llevar un Estado. La Tercera Vía busca una posibilidad donde se plante la estructura reservada para aquellas posiciones que, accediendo a una intervención estatal en la economía, enfatizan su preferencia por la democracia como sistema de gobierno.

El primer uso de "Tercera Vía" en el sentido que ahora tiene se encuentra en un comentario de 1949 acerca de la Conferencia de la Habana. Pero el término se popularizó. En 1955, Anvil (una revista socialista popular en círculos académicos en EEUU) publicó un ejemplar dedicado al "Debate sobre la Tercera Vía, E. P. Thompson se dedica a buscar esa Tercera Vía como una solución a los problemas de la Guerra Fría. Giddens sería en la actualidad el sociólogo que propone la teoría de la Tercera Vía en un intento por renovar la socialdemocracia.


La función que la Tercera Vía asigna al Gobierno es favorecer la estabilidad macroeconómica y desarrollar políticas de bienestar, pero sin intervenir directamente ni imponer políticas paternalistas. Otro punto clave es la creación de empleo, mediante la mejora de la educación y de los beneficios fiscales para las empresas que asuman sus responsabilidades. Anthony Giddens considera que este modelo es una reforma que necesita la socialdemocracia para poder seguir defendiendo los elementos básicos del Estado del bienestar en la era de la globalización, que ha adoptado un modelo económico de corte socioliberal
La educación es un punto muy importante para la tercera vía, ya que debate que tipo de educación sería la ideal para impartir dentro de este sistema. Cómo se vincularía esa educación a las metas sociales. Cosas tales como: qué tipo de educación (técnica. humanista, o quizás más realista, cual mezcla de tales aproximaciones) los criterios a utilizar para seleccionar los estudiantes, el cómo se financia el sistema: ¿se pagan sueldos y gastos de establecimiento? ¿Se dan becas a estudiantes? ¿A todos o sólo a algunos? Quizás sería mejor tener un sistema de préstamos universal? (eso enfatizaría que aquellos que reciben una educación que está siendo pagada a través de un esfuerzo social común, también son parte de esa sociedad, que en la medida que reciben, también adquieren una obligación). Cuales programas deben ser implementados para asegurar que aquellos que no acceden a ciertos niveles no carezcan de toda capacitación.

Analizando la muerte del socialismo, Giddens sostiene que ahora comienza teniendo como opositor al individualismo, y recién después antagoniza con el capitalismo, cuando empieza a tomar apariencia de doctrina económica. De hecho, la muerte del socialismo, parece estar unida a su teoría económica, que según el autor británico, devalúa “la capacidad del capitalismo para innovar, adaptarse y generar una productividad creciente”, además de renegar del mercado como proveedor de información.

Enfrentada a esta teoría económica, aparece en escena el análisis del neoliberalismo, que de la mano del todavía hoy muy leído Friederich von Hayek, defiende a ultranza la liberalización de los mercados. Giddens distingue entonces dos grandes ramales del neoliberalismo: el conservador, también conocido como nueva derecha, y el libertario. Si bien ambos defienden la libertad de mercados, se distancian en materia moral: los primeros defienden un rol activo del Estado en la materia, mientras que los segundos apelan a la defensa irrestricta de los derechos individuales.

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