lunes, 3 de mayo de 2010

Marco teórico

Para Giddens, la frase “todos los seres humanos son agentes entendidos” quiere decir que todos los actores sociales saben mucho sobre las condiciones y consecuencias de lo que hacen en su vida cotidiana. Ese saber no es de un carácter enteramente proposicional ni es un mero resto de sus actividades. Un entendimiento inmerso en una conciencia práctica presenta una complejidad extraordinaria que a menudo se descuida por completo en abordajes sociológicos ortodoxos, en particular los asociados con el objetivismo. Además, los actores son por lo común capaces de explicar discursivamente lo que hacen y las razones de su hacer. Pero en principios estas facultades se instalan en el fluir de una conducta cotidiana. La racionalización de una conducta llega a un ofrecimiento discursivo de razones sólo si otros preguntan porque actuaron así. Y desde luego, esas preguntas solo se hacen si la actividad en cuestión es por alguna razón enigmática: si parece o que se burla de la convención o que se aparta de los modos habituales de conducta de cierta persona.

La forma predominante de actividad social cotidiana es la rutina, que psicológicamente importa para reducir al mínimo las fuentes inconscientes de angustia. La mayoría de las prácticas ordinarias carece de motivación directa. Unas prácticas rutinizadas son la expresión saliente de la dualidad de estructura con respecto a la continuidad de una vida social. En la escenificación de rutinas los agentes sustentan un sentimiento de seguridad ontológica.

No hay comentarios:

Publicar un comentario